La violencia de género sigue siendo una de las problemáticas más graves y urgentes en Colombia. En ciudades como Bogotá, los feminicidios y otros actos de violencia contra las mujeres son alarmantes. Esta situación no solo refleja una crisis local, sino que también resalta patrones de desigualdad y desprotección que se replican en todo el país.
Feminicidios recientes en Bogotá
En las últimas semanas, tres casos emblemáticos han sacudido la capital del país:
- Naomi (Yelena Stefi Arboleda Mendoza):
- Naomi, de 25 años, fue asesinada en circunstancias brutales. Tres hombres la abordaron, la llevaron a una casa, la mataron con una roca y abandonaron su cuerpo en el barrio donde vivía desde hace 30 años. La familia, encabezada por su hermana Valeria Arboleda, denuncia la lentitud de la Fiscalía en esclarecer el caso.
- Declaraciones de la Policía Metropolitana, que calificaron su asesinato como una «riña», han sido rechazadas por colectivos feministas, quienes exigen un enfoque adecuado y sensible ante la violencia de género.
- Adolescente de 16 años en Rosa:
- Inicialmente catalogada como un suicidio, la muerte de esta joven dio un giro cuando se revelaron actos feminicidas cometidos por un menor.
- Julieth Merchán:
- Tras dejar una relación abusiva con un expolicía, Julieth vive escondida para protegerse de amenazas de muerte. El agresor la controlaba y violentaba, culminando en un intento de feminicidio. Julieth denuncia la falta de acción inmediata por parte de las autoridades, a pesar de las evidencias claras.
Datos preocupantes en Bogotá
- Feminicidios: Hasta noviembre de 2024, la Policía Metropolitana reportó 22 casos de feminicidio en la ciudad.
- Riesgo de feminicidio: Medicina Legal evaluó a 1.591 mujeres por riesgo de feminicidio, de las cuales el 50 % estaban en riesgo extremo.
- Delitos sexuales: Entre enero y septiembre, se registraron 5.785 casos de violencia sexual contra mujeres en Bogotá.
- Percepción de inseguridad: Un estudio del Departamento Administrativo de la Defensoría del Espacio Público (Dadep) reveló que el 35 % de las mujeres han sido acosadas en espacios públicos y el 44 % condicionan su vestimenta para evitarlo.
Violencia de género en el resto de Colombia
A nivel nacional, las cifras son igualmente alarmantes y evidencian una crisis estructural:
- Feminicidios:
- Según el Observatorio Colombiano de Feminicidios, entre enero y mayo de 2024 se registraron 345 feminicidios, un aumento en comparación con años anteriores.
- La Procuraduría General reportó un promedio de cuatro feminicidios por semana entre enero y abril de 2024. Antioquia, Valle del Cauca, Santander, Bogotá y Atlántico son los departamentos con mayor incidencia.
- Violencia de género:
- El Instituto Nacional de Salud (INS) registró 66.621 casos de violencia de género hasta junio de 2024, de los cuales el 75,6 % fueron contra mujeres.
- Se notificaron 13.973 casos de violencia sexual, además de miles de casos de violencia física, psicológica y negligencia.
- Impacto social:
- La violencia de género no solo afecta a las víctimas directas, sino que perpetúa patrones de desigualdad en comunidades enteras. Como señala la concejala Quena Ribadeneira, la naturalización de estas agresiones amplifica su impacto y dificulta su erradicación.
Exigencias sociales y críticas a las autoridades
Organizaciones feministas, concejalas y activistas han señalado la falta de un enfoque integral por parte de las autoridades. Denuncian recortes en recursos destinados a la prevención de violencia y la poca efectividad de programas como la «patrulla púrpura». En Bogotá, los recursos para Consejos Locales de Seguridad para las Mujeres disminuyeron de $1.328 millones en 2023 a $720 millones en 2024, afectando la implementación de estrategias clave.
Por otro lado, las declaraciones insensibles por parte de funcionarios, como calificar un feminicidio de «riña», o la falta de celeridad en los procesos judiciales, perpetúan la impunidad y generan desconfianza en el sistema.
Un llamado urgente a la acción
La violencia contra las mujeres en Colombia demanda respuestas inmediatas y sostenidas. Es crucial que las autoridades fortalezcan las políticas públicas, asignen recursos adecuados y trabajen en la transformación de las estructuras culturales que perpetúan la violencia. Además, se necesita garantizar que las denuncias sean tratadas con sensibilidad y rigor, para proteger a las víctimas y evitar que estas tragedias se repitan.